Sin novedades a un mes de la inundación

 Sin novedades a un mes de la inundación

Ya pasó un mes desde que el agua volvió a arrasar viviendas, recuerdos y esfuerzos en Areco. La inundación de mediados de mayo reactivó un conflicto que, desde el 2009, sigue sin resolverse. Y aunque las promesas abundaron, las soluciones concretas siguen ausentes.

Después de todo este tiempo, el Ejecutivo Municipal no parece haber dado pasos firmes para evitar una nueva catástrofe. La demora en incentivar las obras y la ausencia de planes de contingencia quedaron en evidencia. Mientras tanto, crece la bronca de vecinos y vecinas, que no sólo reclaman acciones concretas, sino respeto y respuestas.

La última reunión entre autoridades municipales y personas afectadas por la crecida dejó más frustración que certezas. Las explicaciones sobre la gestión de la crisis no alcanzaron a calmar los ánimos, y la descoordinación institucional volvió a quedar al descubierto.

El bloque oficialista del Concejo Deliberante tampoco ha mostrado señales de urgencia. El proyecto presentado por el bloque Unión por Areco para crear un Comité de Gestión de Emergencias —una herramienta clave para articular la respuesta ante eventos climáticos extremos— sigue sin tratarse, pese a la gravedad de la situación. La iniciativa propone reunir a funcionarios municipales, Defensa Civil, Bomberos y especialistas para definir zonas seguras, planes de evacuación y protocolos de acción.

Frente a este panorama, el contraste con el Municipio de Luján es inevitable. Allí, las obras hidráulicas avanzaron y dieron resultados. “No nos inundamos por la obra del río”, aseguró el intendente Leonardo Boto en un video tras recorrer la zona luego de las intensas lluvias. La inversión en infraestructura permitió que el agua escurriera sin causar los estragos de otros años.

En Areco, en cambio, los vecinos siguen “patinando en el barro”, como expresó con crudeza el vecino Fabián Calabrono en declaraciones a FM Sol. También denunció el agotamiento social: “Lo que quieren los políticos es eso, que no participemos. Y lo están logrando por cansancio”.

Para colmo, los subsidios prometidos por el Gobierno Nacional de Javier Milei aún no llegaron. El intendente Francisco Ratto manifestó que el Ministerio de Defensa estaría “ajustando los últimos detalles” y que los pagos recién comenzarían en los próximos meses. No obstante, aún no hay fecha cierta de cobro.

Mientras tanto, la incertidumbre es total para quienes lo perdieron todo.
A treinta días del desastre, la única certeza en San Antonio de Areco es que nada ha cambiado: ni las obras se terminaron, ni la ayuda se concretó.

Mientras el tiempo avanza, también lo hace el temor de que el agua vuelva, pero las respuestas siguen sin aparecer. La espera se vuelve cada vez más difícil, y la sensación de abandono, más profunda.