Sectores del Zerboni sin gas: clausura preventiva por instalaciones deficientes

 Sectores del Zerboni sin gas: clausura preventiva por instalaciones deficientes

El hospital Emilio Zerboni atraviesa un panorama complicado. La interrupción del servicio de gas, sumada a múltiples fallas estructurales y una notoria falta de mantenimiento, evidencia el grado de abandono institucional bajo la gestión del intendente Francisco Ratto.

La empresa Naturgy suspendió el suministro tras detectar graves deficiencias en las instalaciones internas, entre ellas cañerías deterioradas y materiales inapropiados que representan un riesgo de seguridad. Aunque algunas áreas lograron recuperar parcialmente el servicio, amplios sectores continúan sin calefacción ni agua caliente, con las bajas temperaturas reinantes.

Trabajadores denuncian que los baños están inhabilitados para la higiene básica, los médicos carecen de espacios en condiciones para descansar, y varias habitaciones están sin calefacción. Incluso el sector de cocina se vio forzado a improvisar, trasladando la elaboración de las comidas al Club River para evitar que los pacientes quedaran sin alimento.

A estos problemas se suman las consecuencias de las inundaciones recientes. El agua dañó los motores de los lavarropas industriales del hospital, lo que paralizó completamente el sistema de lavandería. Como solución provisoria, la ropa hospitalaria se transporta diariamente al Hogar San Camilo, en Vagues, en un operativo sostenido únicamente por el esfuerzo del personal. La falta de insumos y refuerzos desde el Municipio agrava aún más esta precariedad.

Según trascendió, Naturgy ya habría advertido sobre los riesgos en la red interna hace más de dos años. Sin embargo, desde el área de salud municipal no se habrían tomado medidas. Hoy, el resultado es una clausura preventiva de sectores esenciales y un hospital funcionando al borde del colapso operativo.

La crisis no termina en los problemas edilicios. También hay un marcado déficit de recursos humanos: en los últimos días se registraron ausencias de mucamas y personal de cocina, complicando aún más la rutina de atención. La combinación de instalaciones deterioradas, equipos fuera de servicio y falta de personal configura un panorama crítico que pone en riesgo tanto la salud de los pacientes como las condiciones laborales de los profesionales.