Rememoramos a San Patricio, el último campeón de la Liga

 Rememoramos a San Patricio, el último campeón de la Liga

San Patricio fue campeón de punta a punta del segundo torneo oficial de la temporada 2024 porque terminó primero en la ronda de clasificación, instancia que peleó centímetro a centímetro con River Plate y que se definió por diferencia de gol, y más tarde no dejó dudas en los cruces ante Independiente, Huracán y Rivadavia, ya que en los tres se impuso por el mismo marcador de 2 a 1.

Al equipo de Germán Mangieri le alcanzó para ser un justo triunfador el respeto por un estilo de juego histórico, el oficio de la mayoría de sus jugadores, un funcionamiento colectivo aceitado y que a sus intérpretes les sale de memoria y el peso individual de algunas de sus figuras como los casos puntuales de Pedro Cairo, Manuel Blanco, Matías Pigretti, Francisco Simionatto, Martin Ginat, Brian Rivello y el capitán Basabilbaso.

El cuadro de la Plaza Belgrano que entrena Enzo Canali arrancó el certamen con dos derrotas pero luego se recuperó, mostró su futbol utilitario, pragmático, áspero, aunque cayó en cuartos de final frente a Huracán en un encuentro que debido a la lluvia se disputó en dos días diferentes pero no pudo mantener una distancia de dos goles y se quedó con las manos vacías, más allá de valioso aporte de Tomás Portillo, Mateo Antonijevic, Maximiliano Gapezzani, Lucas Insaurralde, Gabriel Fantilli, el eterno Luis Maggio y las gambetas centellantes de Luciano Conti.

El globito venía de salir campeón pero transitaba el Clausura con un rendimiento desparejo, hasta que en el accidentado choque con Robles se quedó sin la mitad de sus titulares. En ese momento aparecieron el temple de los que quedaron en pie para aguantar la parada (Sills, De Felice, Juan Cicarella, Jové, Pedro y Ramón Basombrio) y la promoción de varios elementos jóvenes como Lautaro Contreras, Juan Segundo Rossi, Mateo Cicarella, Sebastián Belcito y Constantino Massaroni para lograr la clasificación y dejar en el camino a River Plate, pero en el mano a mano frente a San Patricio no le alcanzó el combustible que tenía en el tanque.

Lo de Rivadavia con Maximiliano Sanchez como nuevo entrenador fue muy meritorio y despertó la pasión de una hinchada muy popular y seguidora. El club de la Avenida Vieytes clasificó cuarto y eliminó a dos rivales de enorme jerarquía como Capilla y San Carlos, pero en la final perdió sin discusiones ante San Patricio. En ese trayecto ofreció la jerarquía del chinito Leguizamón, la movilidad de Diego Arce, algunos destellos de Tomas Gallardo, la firmeza defensiva, el surgimiento de una promesa como Kevin Benítez y algunas notas intervenciones de Matías Idiart.

San Antonio presentó una novedad resonante con la llegada de Julio Marques que rápidamente armó un conjunto competitivo y que reforzado por el arquero Rossé, Joel Greco, Iván García y el lujanense Jonatán López sumó 14 unidades en la ronda de clasificación y fue un hueso duro de roer para San Carlos que lo dejó atrás por penales. En esta etapa del albiceleste se destacaron varios jugadores de la casa como Alexis Quiroga, Brian Gutiérrez, que jugó como zaguero central, Juan Oscaris y Gonzalo Quiroga.

Independiente volvió a jugar en la histórica cancha de la Liga de Capitán Sarmiento, levantó bastante su prestación con respecto al Apertura y le dio pelea al más pintado pero está visto que cuando San Patricio se pone un objetivo entre ceja y ceja no hay nadie que lo detenga, y la formación de Marcelo Duarte concluyó su actuación en los cuartos de final.

San Carlos sintió la ausencia de varios jugadores importantes, entre ellos Carrasco, Villanueva, Vagnaux y Gómez Heredia y Walter Veliz, que reemplazó como DT a Agustín Cerdeyra, recién pudo poner a punto al plantel cuando Juan Demergasso volvió tras una lesión. De todas maneras terminó tercero en la primera ronda, a un solo punto de distancia de los líderes y dio batalla hasta que en Semifinales cedió frente a un entonado Rivadavia que lo venció 1 a 0 en su propio estadio.