Recuerdos: Bar Los Principios

 Recuerdos: Bar Los Principios

Oficialmente, si se aplica este término para los estaños, es (fue) el más antiguo, ya que no hay data de “La Blanqueada” o “Lo de Zemeria”.

Esquina emblemática del tiempo, sus ladrillos a la vista impactaron desde siempre a los que, a caballo, en auto o caminando, treparon “la subida del Zerboni”, la traza más inclinada de todo el condado.

Beco lo heredó de su padre.

De raro andar, trataba de “usted” hasta a un niño de ocho años; seguía con un lamparón de un millón de watts y una regla renglón a renglón hasta la más insignificante noticia de La Nación.

Los enormes pliegues del antiguo diseño de esos diarios pasaban luego a quedar desplegados sobre el mostrador, con el fin de proteger la madera del apoyo constante de vasos de vino sobre el sector de la calle Moreno.

El recordado Beco contestaba con diligencia y respeto, aunque quedaba la sensación que si estabas o no, era irrelevante.

Tres puertas, un sincrético almacén, el mismísimo Don Segundo Sombra; aristócratas parroquianos; una publicidad de caldos que lo tuvo (inesperadamente) de protagonista y… el adiós lento e inexorable.