Nuestro 11 ideal de la Liga Deportiva

En cualquier memoria y balance de una temporada futbolística no puede faltar el equipo ideal, conformado según nuestro criterio de análisis por los jugadores de mejor rendimiento a lo largo de todo el año, donde valoramos mucho la regularidad que mantuvieron en la mayoría de sus presentaciones.
Claro está que el debate se abre con los lectores que siguieron atentamente los campeonatos, esos que despertaron tanta pasión entre los espectadores y sin dudas, en materia de futbol, todo es opinable y cada uno tiene su propio punto de vistas y sus preferencias.
Brian Rivello: cuando uno recuerda que se consolidó en el arco de San Patricio durante el torneo Clausura 2019 parece mentira que este haya sido su último año en la categoría Sub 20. Es un arquero completo, seguro bajo los palos, atajador pero que además sabe salir jugando con los pies, condición necesaria para un cuadro como el que dirigió Germán Mangieri que apuesta a sacar limpio el balón desde el fondo. Tuvo un 2024 de rendimiento parejo.
Ramón Basombrio: un lujo de marcador de punta derecho porque cierra el lateral y porque sabe pasar al ataque por sorpresa como lo hizo en la segunda final del Apertura ante River Plate con el derechazo cruzado que abrió el camino al título del globito. En varias ocasiones le tocó actuar como zaguero central y allí también mostró su jerarquía.
Nicanor Basavilbaso: el capitán de San Patricio se hizo notar tanto cuando estuvo en la cancha como cuando faltó por una suspensión en el tramo final del primer torneo oficial de la temporada. Tiempista, experimentado, con peso en el juego aéreo y en las dos áreas, muchas veces se convierte en un volante que arranca desde la cueva para dar la primera puntada en el armado de la maniobra. Además, patea muy bien los tiros libres en las cercanías del arco contrario, faceta que confirmó ante Rivadavia en la gran definición del Clausura.
Mateo Antonijevic: un especialista de los que ya casi no quedan en la marca hombre a hombre, en la persecución personal con la fidelidad de un cancerbero. Fue una pieza clave en los mejores momentos del River Plate de Enzo Canali que fue uno de los animadores principales de la temporada.
Lucas Insaurralde: un zaguero polifuncional que cuando los de la Plaza Belgrano encontraron su dinámica colectiva trabajó como lateral por izquierda, apretando al punta rival pero con cierta libertad para trepar por la banda. También se lució cuando le tocó actuar en el centro de la defensa.
Matías Pigretti: un 8 clásico que ya lleva prácticamente una década en la Primera División de San Patricio. Conoce todos los secretos del puesto y sabe cuándo se debe quedar pegado a Federico Menconi para fortalecer la contención y cuando se debe hacer dueño de la pelota para acompañar a Juan Bolea en la creación de juego. Regula el ritmo de un partido como pocos y en la finalísima frente a Rivadavia jugó de 5, otra posición que domina a la perfección, con singular efectividad.
Laureano Leguizamón: fue la usina generadora de futbol en una mediacancha de Rivadavia muy rica técnicamente. Por lo general fue volante central aunque según las exigencias del planteo táctico se movió más suelto o más cerca de su línea de 4 sin perder calidad de rendimiento. Maneja la pelota con claridad, distribuye juego, le pega fuerte y con justeza desde media distancia y le sobra personalidad para ser capitán panzanegra.
Martín Ginat: gran temporada del francés que dejó una huella sobre el verde césped del centenario Estadio Enrique Fitte de tanto ir y venir por el callejón del viejo número 10. Su aporte fue parejo y de vital importancia para un San Patricio que dio la vuelta en el segundo torneo de 2024.
Juan Demergasso: debe ser el jugador más talentoso de toda la Liga Deportiva valor personal que demostró además en la Copa Federación. Se mueve suelto en los últimos 40 metros de cancha con un panorama de juego y con una habilidad desequilibrante. San Carlos lo extrañó cuando por una lesión no pudo jugar en los primeros encuentros del Clausura y su retorno coincidió con la levantada futbolística del cuadro de Capitán Sarmiento.
Luis Maggio: a los 40 años su vitalidad física es realmente asombrosa y con 140 tantos a lo largo de su dilatada campaña está a un solo gol de distancia de alcanzar al legendario Julio Rossich en la tabla de goleadores históricos de nuestro futbol. Este año Luisito jugó de todo: fue delantero neto, enganche, volante izquierdo dispuesto para la lucha y acompañante de Luciano Conti que cerró en un muy buen nivel de prestación la temporada. Como lo dijimos muchas veces: un líder positivo y un jugador excepcional.
Tomás Risso: un delantero notable y posiblemente el mejor producto del paciente trabajo de las inferiores de Huracán. Letal frente al arco contario fue el goleador del Apertura que los leones de la Plaza Gómez ganaron con justicia y a pesar de faltar durante varias fechas fue el máximo artillero de toda la temporada con 18 conquistas. Pensamos que todavía no encontró su techo y que aún nos debe mostrar su versión más explosiva y de jugador integral porque condiciones le sobran.