Mateo Gaynor cuenta su historia y el por que de su retiro adelantado

Mateo Gaynor explicó los motivos de su tempranero retiro del básquet y al mismo tiempo habló de las lesiones que permanentemente condicionaron su campaña y de la continuidad de la vida de un deportista que le pone punto final a su carrera cuando todavía es una persona joven.
Gaynor se inició en Tempestad pero jugó en Italia, España y en varios clubes muy conocidos en la Liga Nacional como Quimsa de Santiago del Estero y Bahía Básquet, además de un largo recorrido en el ascenso ya que estuvo en Echague de Paraná, La Unión de Colón, Deportivo Viedma, San Lorenzo de Chivilcoy, Sport Club de Cañada de Gómez y Ameghino de Córdoba.
En 2009 Gaynor integró la Selección Nacional que terminó en el Quinto puesto en el Mundial Sub 19 que se realizó en Nueva Zelanda.
“Me tuve que retirar bastante joven teniendo en cuenta lo que por lo general dura la carrera de un basquetbolista hoy en día, pero varias lesiones me obligaron a ese retiro temprano. Ahora estoy trabajando como entrenador con la intención de acercarme a esa adrenalina que tenía cuando jugaba”, dijo Gaynor.
El actual entrenador de Tempestad comentó que las repetidas lesiones condicionaron su carrera profesional: “Tuve seis lesiones y cuatro operaciones. En el medio de eso hubo una lesión que intentamos recuperar con un plan de fortalecimiento muscular pero el hombro es una articulación muy compleja, más para un jugador de básquet y más todavía para el brazo derecho porque se juega mucho por arriba de la altura de la cabeza”.
“Hubo años que jugué lesionado y eso hizo que decidiera mi retiro a los 32 años. El último año jugué con un vendaje que me limitaba tirar al aro y sentía que mi cabeza iba más rápido que el cuerpo por eso decidí que era el momento para dar un paso al costado”.
Gaynor también reflexionó sobre la salud del deportista de elite, que permanentemente está formando parte de la alta competencia: “Hay varios puntos para analizar al respecto. Primero que el deporte de alta competencia no es salud. Muchas veces esto se confunde, pero el deportista de elite tiene problemas de salud: el corazón agrandado que no es una situación normal para cualquier persona, un esguince de tobillo que te lleva a una infiltración para poder seguir jugando. Con el paso del tiempo eso tiene un precio”.
“Después está el tema de que cuando terminas la carrera profesional seguís siendo muy joven. Es como jubilarte muy tempranamente y tenes que salir a la vida para dedicarte a algo que nunca hiciste porque estabas jugando al básquet como en mi caso. La vida del deportista tiene un tiempo de vencimiento y cuando llega ese momento hay que arrancar otra vez, hay que buscar un nuevo trabajo y hasta un hobby que llene tu tiempo. Necesitas hacer algo porque yo me retiré a los 32 con un montón de cosas que me gustarían hacer, pero además estar ocupado te hace bien a la cabeza y ser entrenador te da una adrenalina parecida a cuando estaba en la cancha”, concluyó el ex jugador de la Selección Argentina Juvenil de Básquet que acaba de comenzar su ciclo como técnico de Tempestad, el club donde inició su campaña.