La Biga Alada y una nueva noche de rock y fiesta en el Chamico

 La Biga Alada y una nueva noche de rock y fiesta en el Chamico

A pocos metros de ese famoso frío bulevard entronizado para siempre en “Machos llorones”, uno de los tantos hits de la banda arequera, La Biga Alada volvió a marcar con su sello inconfundible a unas 250 personas el pasado sábado en el Galpón Chamico de la Estación de tren.

El frontman Chapu Morales hizo delirar a la multitud que se reunió en el recinto de ambientación ferroviaria. Fresco, despierto y con desparpajo, Morales renovó su contrato con el público que lo sigue, le canta y le baila cada una de sus canciones. Hasta tuvo una pasarela especial el escenario para que el cantante recorra y se acerque aún más al público con sus gestos y destrezas rockeras.

La banda repasó temas de sus dos discos, adelantó creaciones del nuevo álbum por salir e interpretó esos clásicos que jóvenes fueron a buscar a un evento que contó con ofertas gastronómicas y cerveza artesanal tirada.

La agrupación mercedina Señorita Miel fue la encargada de abrir el convite pasada la medianoche. La formación de mujeres con guitarras al frente y un sonido de alta potencia funcionó como entrada exquisita al plato principal que todos esperaban saborear.

Antes de cerrar el año con dos shows fuera de San Antonio de Areco, La Biga Alada volvió a poner sobre el escenario del Chamico sus fundamentos que la ubican como la big band por excelencia de estas latitudes. Su sólido pasado los sustenta, y un futuro prometedor avizora nuevas conquistas para la banda con punto de equilibrio en el Barrio Prado.