En una economía golpeada, el destino Areco sobrevivió a las vacaciones de invierno

 En una economía golpeada, el destino Areco sobrevivió a las vacaciones de invierno

La temporada invernal dejó números modestos para el turismo argentino, marcada por un contexto económico que golpeó la planificación y el gasto de los viajeros. Con bolsillos ajustados, muchos optaron por salidas cortas y destinos cercanos, dejando atrás las estadías prolongadas y los viajes más ambiciosos.

En la costa atlántica, Mar del Plata inició las vacaciones con apenas un 30% de ocupación hotelera, subiendo a picos del 60% en los fines de semana, pero sin cumplir sus expectativas. Pinamar, Villa Gesell y Necochea replicaron el mismo cuadro: menos turistas, estadías breves y un consumo moderado.

En este escenario y ante una economía golpeada, el interior bonaerense logró capear el temporal gracias a la fórmula de las escapadas de dos o tres días. Lugares como Tandil, Sierra de la Ventana, Chascomús y San Antonio de Areco lograron mantenerse a flote con un flujo de visitantes acotado, impulsado por familias que buscaban precios promocionales, actividades gratuitas y cercanía geográfica.

La estrategia fue clara: reservas a último momento, paquetes armados sobre la marcha y eventos culturales de bajo costo para sumar atractivo.

Según la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), la provincia vivió una temporada “moderada”, con ocupación inferior a la de 2024 en la mayoría de las ciudades. La caída del poder adquisitivo y la escasa llegada de turistas internacionales redefinieron el mapa turístico de este invierno, en el que Areco pudo mantenerse en pie, aunque sin escapar del balance general.