Empate sin goles ni emociones en Rivadavia – River

Tal vez ayer vimos una de las versiones más pobres del duelo entre los panzanegra y el verdeamarillo, que tiene 40 años de una historia llena de ricos enfrentamientos.
Es cierto que los dos equipos mostraron orden táctico, que quisieron hacer circular la pelota con prolijidad, que el paso por la zona media fue bastante fluido, pero también es verdad que solo se quedaron en buenas intenciones y que casi no patearon al arco durante los 90 minutos, donde como decía una vieja frase futbolera: “las defensas superaron largamente a los ataques”.
Rivadavia ofreció la seguridad de sus marcadores centrales, Tomás Di Filippo, que quedó como líbero y Román Sanchez, el despliegue de Diego Arce por la banda derecha, algún toque fino de Laureano Leguizamón y la movilidad de Tomás Gallardo, que se apagó en el complemento. No funcionó la variante que ensayó Maximiliano Sanchez de colocar a Alejando Luque más adelantado, casi de delantero neto, ni tampoco cambiaron el panorama los ingresos de los prometedores juveniles Kevin Benítez y Benicio Nievas.
San Patricio no aportó mucho más al espectáculo. Un par de atajadas de Brian Rivello (ante remates de Valentín Griguelo y Luque), el oficio de Nicanor Basabilbaso en la cueva, la salida por los laterales de Lorenzo Vidal y Emanuel López, la presencia de Matías Pigretti delante de sus defensores, la garra de Agustín Lascano para pelear en la mitad de la cancha, las amenazantes corridas de Tobías Lercaro y cierta mejoría de Juan Bolea cuando bajó a jugar de enganche.
En un escueto resumen, hubo muy poco futbol y los dos estuvieron lejos de cumplir con las expectativas que se habían creado los 400 espectadores que en la otoñal tarde del domingo colmaron las tribunas del centenario estadio Enrique Fitte. El partido fue lento, plagado de impresiones, con un rato de pierna fuerte porque el árbitro Marcos Figueredo toleró los roces en una cancha cubierta de verde césped pero blanda debido a los 100 milímetros de lluvia que cayeron durante la semana anterior.
El 0 a 0 define con precisión la calidad de un juego que no tuvo vibración ni situaciones que comprometieran a los arqueros, aunque el conjunto de Lucas Cobo pareció terminar más entero físicamente la contienda y estuvo un poquito más cerca del arco de Luis Zapata (de correcta labor) pero no lo suficiente como para inclinar la balanza a su favor.
San Patricio: Brian Rivello (7); Lorenzo Vidal (6), Nicanor Basabilbaso (6), Mateo Alonso (6) y Emanuel López (6); Agustín Lascano (6) (luego José Bascourleguy), Matías Pigretti (6), Manuel Blanco (5) y Federico De Rosa (5); Tobías Lercaro (6) (sustituido por David Fernández) y Juan Bolea (6).
DT: Lucas Cobo
Rivadavia: Luis Zapata (6); Bautista Leguizamón (6), Tomás Di Filippo (7), Román Sánchez (7) y Ezequiel Alvarez (5); Diego Arce (6) (después Lorenzo Pérez), Tomás Martínez (5), Laureano Leguizamón (6) (más tarde Manuel Achetta) y Valentín Griguelo (5) (reemplazado por Benicio Nievas 6); Tomás Gallardo (6) y Alejandro Luque (5) (luego Kevin Benítez 5).
DT: Maximiliano Sánchez
Juez: Marcos Figueredo.
Público: 400 personas.
La Figura: Román Sanchez (7) de Rivadavia.








