El Río Areco ya está en su cauce otra vez

Como esas situaciones extraordinarias que naturalizamos sin darnos cuenta, el Río Areco entró hoy en cajón y ya ofrece imágenes de belleza turística. Si algún desprevenido pasara por estas horas en vehículo por los principales corredores que atraviesan el cauce, tendría que forzar la imaginación para entender que allí ocurrió una de las inundaciones más potentes de la historia local, porque poco y nada queda a la vista ya de aquellas dolorosas postales con el río arrasando todo a su paso.

Con las marrones aguas en franca bajante, ahora si el funcionamiento del sistema de compuertas se asoma a la vista con mayor claridad y su apertura al 100% sigue desagotando líquido río abajo.

Mientras, a pocos metros de esa supuesta normalidad que muestra el cauce y su entorno, cientos de familias limpian, secan pertenencias, evalúan daños materiales y lamentan perdidas de todo tipo. Es la crueldad a la que las ciudades que forjaron su vida social alrededor de un río están expuestas.

Pero siempre está la mano solidaria del pueblo, que no afloja y sigue adelante en cada calle, en cada manzana. Tendiendo una mano o un abrazo a esos que más lo necesitan hoy. Familias que tuvieron hace menos de tres días arriba de un metro de agua en esas mismas casas que hoy ya vuelven a habitar. Intentando olvidar lo ocurrido y arrancando con la frente en alta una vez más.