Activos de un Unidos eliminado pero con futuro

 Activos de un Unidos eliminado pero con futuro

Con la vuelta de Luis Perroud a la dirección técnica, Unidos cerró su paso por el torneo de verano con un empate y dos derrotas pero dejó unas cuantos aspectos para el análisis futbolístico.

Los tres partidos que disputó el elenco de la calle Sarmiento (ante River Plate, San Patricio y Huracán) tuvieron un desarrollo similar porque al principio le costó acomodarse en la cancha, pero luego fue mejorando y terminó apretando a su rival contra su arco con mucho amor propio y dignidad.

Los arqueros que utilizó, Alejandro Antonelli y Nery Pringles, fueron figuras con intervenciones valiosas para mantener corta la distancia en el tanteador en el peor momento y dejar a sus compañeros con vida.

Los zagueros centrales, José Aquino y Damián Tuffo se conocen casi de memoria porque hace rato que juegan juntos y si no marcan en línea saben cubrir la zona defensiva con mucho oficio. Tuffo, que es el capitán, tiene una muy buena lectura del tiempo y de la distancia que le permite muchas veces adelantarse a la jugada.

Con ellos coordina muy bien sus movimientos Juan Segundo Gómez, un lateral izquierdo que progresó en su aporte que básicamente se ajusta a la marca estricta del delantero rival que transita por su sector.

La otra carta que Unidos tiene en defensa es Eliot Zapata, joven, rápido y atento para moverse en el fondo pero por ahora una lesión lo dejó afuera del conjunto en los últimos encuentros.

El entrenador también cuenta con un jugador polifuncional y rendidor como Nicolás Castillo que puede cumplir sin mayores problemas en varios puestos: marcador de punta, central o volante defensivo que en el choque ante Huracán persiguió mano a mano a Pedro Basombrio.

Laureano Puebla es el corazón del equipo porque da batalla sin pausas en la mitad de la cancha. El número cinco estuvo mejor acompañado en la contención cuando jugó el ex Rivadavia Patricio Espinoza, pero el aurinegro ganó poder de ataque cuando ingresó el Cuca Díaz, que sigue manteniendo vigente su enigmática gambeta.

Los juveniles Matías Carbonell y Lucas Gómez jugaron siempre abiertos por las bandas y Santiago Marán, que volvió al futbol luego de una prolongada inactividad, trató de conectarse con Matías Gómez, el único punta neto aunque en ocasiones tuvo la asistencia del prometedor Bautista Rojos, que es un puntero rápido y hábil.

En este breve análisis queda claro que con armas modestas Unidos está listo para presentar pelea y que es capaz de complicarle la vida al más pintado.