A 73 años de la restitución de la Cruz Misional

 A 73 años de la restitución de la Cruz Misional

Durante la semana santa de 1952 se llevaron a cabo los actos de restauración de la Cruz Misional, enclavada en la costanera del Río Areco, sobre el hoy Boulevard Zerboni, entre Belgrano y Moreno, justo frente al tradicional restaurant de la familia Reyes.

Al atardecer de aquel viernes santo, una multitud de vecinos se dio cita la parroquia San Antonio de Padua y luego en procesión, alumbrada con antorchas, se dirigieron hacia la costanera del Rio Areco, que lógicamente no tenía el desarrollo urbano que muestra en la actualidad.

La compacta columna, que alcanzó un número de fieles pocas veces visto y que fue presidida por la cruz parroquial llevando el Cristo yacente, tomó por calle Mitre hasta Arellano, luego dobló por Lavalle hasta Belgrano y de allí marchó hasta Zerboni, donde se levantó por primera vez la cruz misional en nuestro pueblo.

Como la mencionada cruz original desapareció, el reverendo ex párroco de San Antonio de Padua Juan Celedonio Duque, tomó la iniciativa de restaurarla y la medida contó con el apoyo decidido del por entonces Intendente Pazzaglia, que brindó los medios materiales para que fuera reestablecida.

Para la ceremonia de bendición, que estuvo a cargo del padre Francisco Valich, se montó un escenario, bien iluminado, adornado con palmeras, lugar desde donde el sacerdote Duque pronunció un discurso en el cual se refirió al verdadero origen de la cruz primitiva, que se remontó a 200 años antes, a su misteriosa desaparición y a la vocación religiosa de los vecinos de San Antonio de Areco.

La figura del “cura Duque” es sumamente interesante para el devenir de la historia de nuestro pueblo. Estuvo al frente de la parroquia San Antonio de Padua desde 1924 hasta 1944, tiempo en el que realizó importantes reformas en el templo, cuyo frente tomó su fisonomía definitiva en 1940.

Entre otras actividades públicas, Duque, que estuvo muy vinculado al ex Intendente Raúl Laplacette, se desempeñó como administrador del hospital Municipal Emilio Zerboni y a partir de noviembre de 1937 fue el principal responsable de la Fundación Laplacette, un centro de atención de la salud, que funcionó hasta 1952 en el edificio que actualmente ocupa la Escuela de arte Gustavo Chertudi.

Duque falleció en diciembre de 1957 y desde entonces sus restos están alojados en la parroquia San Antonio de Padua.