Bicho Betenile, el hombre de las calesitas

 Bicho Betenile, el hombre de las calesitas

Luis Bettenile, “Bicho”, es un personaje muy popular entre los vecinos de nuestro pueblo. Vendedor ambulante de oficio, hace años que su presencia es infaltable en cada fiesta de la tradición, en los carnavales y en cada fin de semana caminando por la costanera del Rio Areco. Pero su pasión más profunda, su deseo más íntimo, son las calesitas, un entretenimiento de otra época pero que todavía sigue vivo en un rinconcito del Parque San Martín.

¿Cuándo tuvo la primera calesita?

Hace más de 55 años, te diría que casi 60. Es increíble cómo pasa el tiempo, porque la primera calesita la tuve en Zerboni y Alsina, donde hoy está la casa de Mariano Dragui, y en ese momento era la canchita de McGuire. Esos terrenos eran propiedad de los Caracoche y en un tiempo se hicieron los corsos en ese lugar, y me refiero a la década del 70 y pico.

¿Cómo siguió la historia porque tuvo varias mudanzas?

Después vendimos y compramos otra calesita que armamos en la calle General Paz entre Alsina y Arellano, justo frente a la famosa confitería el quincho. Ahora hay una tienda que creo que se llama La Gallega. Ahí estuvimos bastante tiempo, pero ya a comienzos de los 90 y por último nos vinimos con mi hijo Nacho al parque San Martín. De esto ya hace 11 años. Esta es la tercera.

¿Por qué tener una calesita Bicho…?

Porque siempre me gustó andar vendiendo en la calle y estar con los chicos. Eso me gusta todavía a mis 78 años y sigo desesperado tratando de terminar el tren chiquito que estoy reparando, pero en este momento me cuesta más hacer las cosas porque dependo de otras personas, en cambio antes me arreglaba yo con todo. Ahora todo es plata y sale muy caro.

¿Todavía quedan muchas calesitas?

Ya no quedan muchas calesitas por esta zona. Hay una muy vieja, parecida a la mía, en la estación de trenes del San Martín, en Pilar. Esta que tengo en el parque San Martín es muy vieja. Mirá, estuve un año entero pagando y arreglando cosas para ponerla en condiciones, pintura, motor. Hace más de una década la pintó y la retocó Cachito Tapia, que es un pintor de letras muy conocido en Areco que además me dijo que me va a dar una mano y la va a hacer unos retoques antes de que comience la temporada, que es en marzo.

¿Viene la gente a la calesita?

Mi temporada comienza en marzo cuando arrancan las clases, porque el verano es muy pobre ya que viene otro tipo de turismo. En cambio en marzo empieza a venir la gente que consume, que gasta, aunque este año viene muy duro. Veo a los padres y a los abuelos con sus chicos y a más de uno se les cae un lagrimón porque se llenan de recuerdos. A todos les gusta la calesita, a los chicos y a los grandes también.