Aquel célebre boliche de Mengachi

En nuestros bares de la historia, hablamos hoy del recordado boliche de Mengachi, luego refaccionado en versiones mas modernas de un mismo arte.
Muchos recordarán… Previamente frente al Hospital Morgan y el recuerdo del aserrin en el piso, despues cruzando la canchita del Sanpa, siempre cerca de asuntos superiores para que el altísimo perdone bebedores pecados.
El viejo Mengachi yvsu pachorriento y simoatico sobrino Juán, al tiempo… Oscar, hijo del primero, mirada en lontananza, taciturno, energizado solo al montarse en el «dos hileras».
Todo era añoso y pintoresco a la vez: el mostrador, la parra del fondo, el baño (bueno, decirle asi ya era piropearlo) y el inmaculado cuadro gigante de Cervecería Quilmes olímpico, alii arriba de la dinosáurica heladera.
Los naipes, exhaustos, no lucían su lomo ajedrezado azul o carmín, apenas un ocre grisáceo de trillones de dedos y barajadas.
Algunos le entraban bien al canto, Cachito Althaparro, su hijo Mariano o Perico Fortina con repertorio corsiniano.
Los demás, apenas fuimos desclasados peones, tractoristas o changarines de ese Arevo que se nos escapaba…y que finalmente se fue.